La primera noticia del culto a Santa Ana en Tudela la encontramos en el testamento del rey de Navarra Teobaldo II, de la Casa Francesa de Champaña. Teobaldo había acompañado a su suegro el rey de Francia, Luis VIII, en la octava cruzada, que, organizada por el santo rey, tuvo tan fatales consecuencias, como su fracaso, la muerte de San Luis atacado por la peste, al pie de Túnez, y la de su yerno el rey de Navarra, en Trápani (Sicilia).
En el testamento de Teobaldo II, hecho en noviembre de 1270, "apud Portum Carthaginis in Tunicio", encontramos diversas mandas piadosas otorgadas a diversos centros religiosos de Tudela, entre ellas una que dice: "Item dessamos veint sueldos de renda en dicho Peage al día que celebraren la Fiesta de Santa Ana...". Esto nos demuestra que , en la fecha de dicho testamento, ya se celebraba en Tudela la festividad de la que años después sería proclamada su patrona.
Durante los años 1369 a 1377, reinando Carlos II de Evreux, se puede demostrar documentalmente que se pagaban los 20 sueldos que consignó en su testamento Teobaldo II para una fiesta doble en honor de Santa Ana.
María Pérez, esposa de Pedro Sánchez de Peñalen, formula su testamento el 9 de agosto de 1314, y una de sus claúsulas dice así: "Destino y lego después de mis días a los cofrades de la cofradía de Santa Ana para sus convivios aquellas mis casas que están en la parroquia de la iglesia mayor de Santa María de Tudela...en tal manera y condición que los cofrades de la dicha cofradía de Santa Ana tenga (mi) alma encomendada en misas, limosnas y oraciones".
El 5 de octubre de 1448, redacta su testamento, ante el notario Fernando de Andosilla, don Sancho de Eslava, casado con doña María de Araiz, y dispone: "Ordeno y mando que mi cuerpo sea enterrado delante de la capilla de ls Señora Santa Ana donde mi padre, que buen siglo haya, yace...Item ordeno y mando que sean pintadas en tela unas armas de caballo y una sobrevesta y un escudo de las armas de Eslava y de San Martín mezcladas las dos armas, y sean puestas delante de la dicha capilla de la Señora Santa Ana donde mi cuerpo estara. Item más ordeno y mando que se pague al pintor todo el resto que se le deba de pintar el retablo y sea puesto en la sobredicha capilla de la Señora Santa Ana. Item ordeno y mando que sea hecha una reja para la capilla de la señora Santa Ana de madera o hierro, según lo que a Gil de Aibar pareciere". Y con todas las rentas de sus bienes muebles y raíces dispone la fundación de una capellanía, señalando la renta y obligaciones del capellán.
Celebración de la festividad, cofradía y capilla con retablo y reja. Todo ello nos da cuenta fehaciente de una devoción a Santa Ana muy anterior a ser proclamada patrona de la ciudad de Tudela. |